Hipertrofia es el nombre con que se designa un aumento del tamaño de un órgano cuando se debe al aumento correlativo en el tamaño de las células que lo forman; de esta manera, el órgano hipertrofiado tiene células mayores, y no nuevas. Se distingue de la hiperplasia, caso en el que un órgano crece por aumento del número de células, no por un mayor tamaño de éstas.
Se distinguen dos tipos de hipertrofia:
- La transitoria o aguda, que es la hinchazón del músculo después del entrenamiento, por lo que es pasajera y dura poco,
- La hipertrofia crónica, que se divide a su vez en sarcoplásmica y miofibrilar.
- En la sarcoplásmica, el músculo aumenta el sarcoplasma, que es la sustancia semifluida que está entre las miofibrillas; este tipo de hipertrofia no aumenta el nivel de fuerza.
- En la miofibrilar, aumentan tanto el tamaño como el número de las miofibrillas que componen el tejido muscular, ya que, al romperse en el entrenamiento, para evitar roturas posteriores multiplican su número y aumentan su tamaño, por lo que se produce un efecto notable en el aumento tanto del tamaño como de la fuerza del músculo.
Este crecimiento de las células se debe a una intensificación de la síntesis de sus componentes estructurales; ésta, como no va acompañada de división, da lugar a un aumento de tamaño.
Los núcleos de las células hipertrofiadas pueden contener mayor cantidad de ADN que las células normales.
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